Controlando

Ayer salí a cenar con amigas que hacía tiempo que no veía. Me tenía un poco nerviosa, porque en Uruguay parece que si te juntas con alguien y no comes hasta reventar, no la pasas bien. Y más en diciembre que es todo festejos y excesos por las fiestas.

Así que allá me aventuré yo, pensando en que iba a cenar. Fuimos al MAM (http://www.mam.com.uy), que ofrece una variedad enorme de opciones de comida, como si fuera la plaza de comidas de un shopping, y mis amigas fueron directo a los chivitos (ya les conté lo que era en una entrada anterior, pero sino googleenlo ;)). Y ahí estaba entre los chivitos chorreantes de grasa y mi consciencia... y ganó mi fuerza de voluntad. 

Me fui a otro puesto, compre una ensalada con un porción de tarta de verduras y un jugo sin azúcar. Nos sentamos todas a cenar, y yo estaba super feliz. Porque había ganado una batalla contra mi misma. Hace un tiempo me hubiera comprado el chivito "porque me lo merezco, porque estoy de festejo, porque un día solo no pasa nada," o por cualquiera de esas excusas que nos ponemos.

Así que ayer ganó mi cerebro y no mi estómago! =)

Para la gente común, puede no ser gran cosa, pero para los que comer bien es un reto permanente, fue una gran batalla.

Saludos!!